Valentina Zuluaga Puerta
Especialista Técnica Líder en el CCCS
En nuestra cotidianidad no es usual que seamos conscientes de nuestra coexistencia con otras especies. En el día a día percibimos a nuestros vecinos, nuestras mascotas, las plantas que tenemos en casa y tal vez aquellos árboles que están frente a nuestra ventana. Sin embargo, el resto de nuestro entorno se convierte en paisaje, y todo el resto de vida que habita a nuestro alrededor empieza a hacer parte del ruido de fondo. Colombia, como país megadiverso, posee una geografía que abarca desde sus tres cordilleras, sus enormes Valles del Cauca y del Magdalena, sus amplias planicies costeras del Caribe, la inmensidad de los llanos orientales y las profundas selvas del Chocó y el Amazonas [1], los 37 páramos que abastecen el 70% del recurso hídrico que consumimos y la Sierra Nevada, que alberga el 7% de las aves del mundo, entre muchos otros.
Cuando pensamos en dónde se sitúa esta biodiversidad, seguramente la primera respuesta serán los parques naturales, las montañas, los ríos o los mares. Aún así, en los entornos urbanos se puede encontrar una inmensa variedad hábitats, como parques, jardines, huertas, techos verdes, humedales, quebradas, cementerios, canchas deportivas y jardines botánicos. Estos espacios albergan diferentes tipos de organismos vivos que, al igual que nosotros, habitan la ciudad cada día [2] . Un ejemplo de esto es que en pleno centro de Bogotá, en un espacio como el Parkway, por donde cada día transitan cientos de personas, se han encontrado más de 30 aves, tanto locales como migratorias, 56 especies de insectos y 76 especies de plantas [3]. Contar con estas condiciones en nuestros entornos urbanos nos permite disfrutar de servicios ecosistémicos tales como regulación del clima, seguridad alimentaria, ambiente sano, bienestar mental y recreación [2].
A su vez, hablar en términos de biodiversidad urbana nos plantea grandes desafíos. El 76% de la población en Colombia se encuentra ubicada en áreas urbanas y se estima que para el 2050 esta cifra será cercana al 86% [2] . Esto supone un aumento en las edificaciones e infraestructura, una transformación sustancial en los usos del suelo, mayor presión en los sistemas de abastecimiento de agua potable, energía, alimentación y demás recursos que necesitamos para vivir de la forma en que lo hacemos actualmente. El Instituto Humboltd menciona el cambio climático, la transformación del uso del suelo, la contaminación del aire y la presencia de especies invasoras, como algunas de las principales amenazas a la biodiversidad en los centros urbanos de América Latina. [4]
Algunos países ya están tomando acción frente a esta problemática:
- Inglaterra ha implementado un Índice de Ganancia Neta de Biodiversidad (Biodiversity Net Gain), que exige que en todas las construcciones se evalúe el estado de la biodiversidad del predio y se entregue un 10% mejor de lo que se encontró al finalizar la intervención [5]. Si bien esta métrica hace parte de la legislación del Reino Unido, hoy en día se usa como referencia en otros países para diagnosticar e intervenir entornos de acuerdo con su estado de biodiversidad.
- Tras el pacto global por la biodiversidad de Kunming-Montreal de 2022, varias ciudades se han sumado al Pacto por la Naturaleza Urbana de Berlín, a través de la plataforma CitiesWithNature, de la cual hacen parte 326 ciudades, de 77 países diferentes, entre las cuales se encuentran cinco ciudades colombianas: Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga. De allí se derivan acciones enfocadas al mejoramiento de la infraestructura verde, la infraestructura azul, la alimentación y la agricultura, la educación y experiencia de la naturaleza, la salud de los suelos, las especies y los hábitats. La firma oficial de este acuerdo se realizará en la COP 16 en Cali. [6]
- A nivel regional, se destacan iniciativas como la red de BiodiverCiudades, liderada por el Instituto Humboldt, con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el World Resources Intitute (WRI), el Foro Económico Mundial (WEF) y otras entidades. Esta estrategia incluyo casos de estudio en diferentes ciudades latinoamericanas, dando como resultado un marco de acciones para la transición hacia entornos urbanos biodiversos a 2030. [7]
Desde el ámbito privado, en las certificaciones de construcción sostenible también se ha venido abordando este tema con mayor detalle en los últimos años. Las certificaciones LEED y CASA Colombia tienen una categoría que evalúa las condiciones del entorno y los impactos de la construcción sobre los ecosistemas cercanos: el efecto isla de calor, la contaminación lumínica, la modificación de los ciclos hidrológicos, la conectividad ecológica, entre otros. Adicionalmente, en la versión 5 de LEED, se están planteando créditos como “Protección y restauración de la biodiversidad del hábitat” y “Diseño resiliente del sitio” que le dan una mayor relevancia a estos análisis. En LEED for Cities and Communities, se incluyen temas como “Planeación resiliente” y “Conservación y restauración de los recursos naturales”, mientras que en SITES, se vienen incluyendo criterios para implementar soluciones basadas en la naturaleza que permitan la coexistencia entre seres humanos y el resto de las especies.
La Conferencia de las Partes de Biodiversidad (COP 16), que se llevará a cabo entre octubre y noviembre en la ciudad de Cali, abre las puertas a nuevas iniciativas en la región para potenciar el cuidado de la biodiversidad en los entornos urbanos, además de permitir la reflexión sobre ese camino recorrido hasta ahora, en colaboración con los gobiernos, las empresas, la academia y la sociedad en general.
[1] W. Davis, El Río, Planeta, 2001.
[2]Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible e Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, Biodiversidad y servicios ecosistémicos en la planificación y gestión ambiental urbana, 2017.
[3]E. C. Sánchez Herrera, «El Parkway: Un corredor biológico en el centro de Bogotá,» Flora Capital, nº 16, pp. 44-51, 2023.
[4]L. Roselli, F. G. Stiles Hurd y S. De la Zerda, «Las aves de la Sabana de Bogotá: Cambios revelados por monitoreos a largo plazo,» de Biodiversidad 2017. Estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia., Bogotá, D. C., Colombia., Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, 2018.
[5]Department for Environment Food & Rural Affairs, The Satutory Biodiversity Metric, 2024.[6]Cities Biodiversity Center, «Cities in action to bring back biodiversity,» Local Governments for Sustainability, [En línea]. Available: https://cbc.iclei.org/cities-in-action-to-bring-back-biodiversity/. [Último acceso: 07 2024].
[7]Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, BiodiverCiudades: Transformando a las ciudades desde la naturaleza, 2023.