La COP30, que se realizó en Belém do Pará en el mes de noviembre, se planteó como un hito técnico dentro del ciclo del Acuerdo de París, dado que coincidió con la actualización obligatoria de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC). La conferencia fue el marco para evaluar el avance hacia el límite de 1,5 °C, considerando que las trayectorias actuales proyectan un calentamiento cercano a 2,5–2,7 °C para finales del siglo bajo las políticas vigentes.
Grandes objetivos de la COP30
Uno de los objetivos de discusión centrales fue lo relacionado con la ambición climática. Se esperaba que los países presentaran NDC capaces de reducir las emisiones globales en al menos 43% para 2030 y 60% para 2035 respecto a niveles de 2019, en línea con las recomendaciones del IPCC para mantener el escenario de 1,5°C. Otro punto clave fue cerrar la brecha de financiamiento climático: países en desarrollo estiman necesidades superiores a 2,4 billones de USD anuales hacia 2030, una cifra muy por encima del compromiso de 100.000 millones anuales fijado en 2009. Adicionalmente, la COP30 buscó avanzar en mecanismos de transición justa, acelerar la eliminación del carbón sin captura de carbono y fortalecer los marcos para reducción de la deforestación, que aún representa entre 10 y 12% de las emisiones globales de origen humano.
Financiamiento para la adaptación y oportunidades para el sector constructor
Durante la COP30, los Bancos Multilaterales de Desarrollo reafirmaron la adaptación como prioridad y presentaron el informe “De la innovación al impacto: Construyendo resiliencia para las personas y el planeta”, que introduce metodologías y métricas para medir resultados en naturaleza y resiliencia. En 2024 se destinaron más de USD 26.000 millones para adaptación y se proyecta alcanzar USD 42.000 millones al 2030, junto con una mayor movilización de capital privado. Esto abre una oportunidad para el sector, pues el papel de la banca multilateral es ayudar a los países a prepararse e invertir en resiliencia antes de que ocurra la crisis, siendo un elemento clave para fortalecer las dinámicas del desarrollo.
Participación del sector constructor
El sector edificación representa aproximadamente el 37% de las emisiones energéticas globales, considerando tanto operación (calefacción, refrigeración, iluminación) como procesos industriales ligados al cemento, acero y materiales de construcción. Para mantenerse alineado con el escenario de 1,5 °C, el sector debe reducir sus emisiones operativas en un 50 % para 2030 y lograr cero emisiones netas cerca de 2050. Esto implica mejorar la eficiencia energética de edificios existentes en un 2–3% anual, cuadruplicar la tasa de rehabilitación profunda en regiones urbanas desarrolladas y aumentar la proporción de edificaciones de “energía casi nula” (nZEB). En la COP30 se previó una participación más activa de ciudades, desarrolladores inmobiliarios, instituciones financieras y organismos técnicos que buscarán estandarizar métricas de desempeño energético, promover la descarbonización de materiales mediante reducción del clínker y acero primario, y ampliar los marcos de financiamiento para retrofit urbano y soluciones basadas en energías renovables distribuidas.
Participación del CCCS a través del WorldGBC
De acuerdo al WorldGBC, quien representó a los GBC’s en la COP30, a pesar de las tensiones en la diplomacia climática, la transición energética se está produciendo. Los edificios están en primera línea de esta transición, dan forma a cómo utilizamos la energía, pueden apoyar la producción de energías renovables y proporcionar señales de demanda para la descarbonización industrial. También definen cómo nos adaptamos a los impactos climáticos y cómo proporcionamos resiliencia a las comunidades de todo el mundo. Así, se reconoce en la Agenda de Acción Climática Global, un marco quinquenal diseñado por los Campeones del Clima de Alto Nivel y respaldado por la CMNUCC y la Presidencia de la COP30, para acelerar la aplicación de medidas climáticas y conectar las soluciones de las Partes (naciones) y las partes interesadas no pertenecientes a las Partes.
En la COP30 el WorldGBC presentó soluciones climáticas y de sostenibilidad. Como observador oficial del proceso de la CMNUCC, su misión era clara: garantizar que el entorno construido y las empresas que están en el centro de la transformación del sector sean escuchados y reconocidos como esenciales para avanzar en la agenda climática.
Los delegados del WorldGBC en la COP intervinieron en 18 eventos diferentes, en representación de la red de más de 85 Consejos de construcción sostenible y 53.000 miembros, demostrando que los edificios sostenibles y resistentes al clima no solo son posibles, sino que son rentables, escalables y esenciales para economías prósperas.
En palabras de Cristina Gamboa, CEO del WorldGBC “vivir la COP30 fue un momento emotivo para mí. Reflexioné sobre cómo, en mi país natal, Colombia, décadas de conflicto más el cambio climático han desplazado a más de 8 millones de personas, muchas de las cuales han reconstruido sus vidas en viviendas autoconstruidas. Para mí, la lección es clara, desde Bogotá hasta el Amazonas: la resiliencia depende tanto de la inclusión social y financiera como de la infraestructura física”.
En conclusión…
La ambición de cumplir la Agenda de Acción para 2026-2030 es clara, garantizar que los edificios sostenibles y resilientes estén en el centro de las soluciones climáticas.
Las soluciones existen. Las asociaciones están preparadas. El CCCS y la red del WorldGBC está movilizada. ¿Está dispuesto a dar un paso adelante y liderar con nosotros?


